2009/01/24

090124 . LA DERECHA HOMOSEXUAL



¿Qué tendrán que ver el sexo y la política? Poco o mucho, según las opiniones, y éstas son libres en democracia. En medio de la actual confusión de ideas y del miedo creciente a tenerlas y expresarlas sin complejos, el mejor servicio que se puede hacer a la libertad (incluyendo la libertad íntima de las personas y la libertad política de la nación) es intentar aclarar las cosas. Sobre todo las más domésticas.

La izquierda europea (que por su parte, acosada quizás por el miedo a la normalidad, se esfuerza en parecer anormal) tiene tres ideas básicas sobre el sexo desde que éste empezó a sustituir en su propaganda a la inexistente lucha de clases hacia 1968, cuando Simone de Beauvoir sustituyó a Marx ante el fracaso de éste (y no me pregunten quién de los dos es más feo). La primera es la defensa de la absoluta libertad sexual de todos los individuos, pero confundiendo libertad con total ausencia de orden y reglas: una idea más anarquista que marxista, pero en todo caso de extrema izquierda. La segunda es la imposición de esa libertad como regla de convivencia social a la que nadie se puede negar: una evidente contradicción liberticida que desata rabias incontenibles al ser señalada como tal. La tercera idea-guía de la izquierda es la acusación de homofobia, y en general de puritanismo contrario a la libertad, lanzada contra el centro y la derecha.

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